Hablar despacio
Hablar despacio tiene una gran importancia para lograr una comunicación efectiva y evitar palabras por impulso que puedan generar problemas.
¿Qué significa hablar despacio?
Los inconvenientes de hablar rápido:
- Se puede perder el objetivo central del mensaje:
Las personas que hablan demasiado rápido tienen la costumbre de usar
muchas más palabras de las necesarias, esto puede causar confusión y los
interlocutores pueden perder de vista el objetivo, también se da el
caso que no se comprende el contenido de las palabras y es posible
confundir términos. Por ejemplo en una buena atención al cliente
es fundamental hablar despacio, porque hay que identificar los
problemas rápido y resolverlos para atender a la mayor cantidad de
personas con eficiencia.
- Muchos detalles de una plática pueden perderse:
En las actividades de negocios o estrategias de desarrollo personal
es fundamental tener instrucciones claras de las tareas que se deben
realizar, un detalle que se pase por alto puede ser suficiente razón
para ejecutar mal una tarea, la persona que habla rápido dirá “yo se los
dije”, pero los receptores quizás no recordarán el mensaje.
- Fácilmente se puede caer en la imprudencia:
Es normal que una persona caiga en un prejuicio o duda sobre la
conducta de otra persona, quien está acostumbrado a hablar demasiado
rápido puede caer en la imprudencia y decir algo que inadecuado, dice un
pensamiento anónimo “somos dueños de lo que callamos y esclavos de lo
que decimos” Steve Alpizar en su libro secretos para triunfar en la vida
explica la importancia de mantener un control de las expectativas y las
promesas que se le hacen a las personas, porque de esa forma se va
ejerciendo un control sobre la programación mental. Aquí se comprende
los detalles que marcan la diferencia entre las personas de éxito, en
especial su relación con los demás y el autodominio.
¿Cómo hablar despacio?
- Usar grabaciones personales para medir el ritmo en que se habla:
La medición propia de la velocidad con que se habla a veces resulta
difícil, porque las actuaciones personales siempre se consideran
normales. Usando una grabación se puede hacer un comparativo de la
velocidad con que se habla, así se detectará si es necesario un cambio.
Hay que realizar diferentes ensayos en pláticas cotidianas y medir el
uso de las palabras, si se nota que es muy acelerado, se van haciendo
los correctivos hasta alcanzar el rango de 120 a 160 palabras por
minuto.
- Desarrollar la capacidad de síntesis:
La síntesis es un reto para la formación profesional,
porque es común encontrar una gran cantidad de jerga que genera
complicaciones innecesarias. Hay que pensar en el objetivo de una charla
y explicarlo en pocas palabras.
- Tomarse un tiempo para pensar antes de hablar:
Ese tiempo no debe ser excesivo como para dejar un gran vacío en una
plática, pero si el suficiente para reflexionar sobre las ideas que se
van a expresar. La gente que piensa antes de hablar evita muchos
problemas.
- Aprender a utilizar la respiración:
Hay que inhalar aire por la nariz y usar las palabras de forma pausada, por ejemplo con las prácticas de meditación
se logra un estupendo manejo de la respiración, lo cual se traduce en
control emocional y ser capaz de hablar con serenidad. Durante
diferentes espacios en el día es bueno estirar un poco el cuerpo y
ensayar un control de la respiración. Practicar la meditación a diario
es estupendo.
- Mantener un tono de voz promedio que pueda ser escuchado por todos:
Se deben evitar los susurros porque la mayoría no los entenderá,
además puede ser mal visto cuando se está con varias personas. El tono
de voz debe ser lo suficientemente alto que los demás escuchen con
claridad, hay que evitar forzar la voz en ambientes ruidosos.
- Practica tu nueva forma de comunicarte:
Las personas hablan de prisa regidas por la costumbre. Con la
práctica continua se adopta el nuevo hábito de hablar despacio y
concreto.
Fonte: http://articulos.corentt.com/hablar-despacio/
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